¿Otra poesía? Va pues!!
Vuela pronto el deseo a posarse en la mente e imagina ya mi brazo rodeando y acercando a cintura suya, el suave rendirse de vuestra frente a mi armado pecho, el profundo suspiro que ocupa el lugar vacío de palabras y el planea el recorrido de las manos que habrán de desatar el deseo…una madrugada cualquiera.
Tímido se acerca, también en el tramposo sueño del deseo, mi rostro amordazado. A vuestro oído izquierdo se llega y allí se busca el descenso al cuello, un leve giro conduce mi beso a la garganta, dudan los labios si ascender al cielo, es decir a los labios vuestros, o iniciar el asedio a vuestros senos.
Las manos no permaneces quietas. Recorre la diestra la cintura vuestra y aprieta más, si posible fuera, el cerco que sobre el ansia vuestra se cierra .
La izquierda mano asalta ya vuestro pelo y extiende la caricia abajo, muy abajo, donde el vientre promete y niega.
Despierto agitado, miro inquieto el reloj y bendiciendo los minutos pasados, maldigo los que tardan tanto en venir.
Espero, espero. La deuda es vuestra, ojos de brillo nocturno, tendréis que pagar lo que mi impaciente espera os reclama: vuestra piel prometida, la culminación de mis ansias. Volveré. ¿Volveré?
Vale. Salud y mueran siempre los relojes del tiempo por contar…
Sombra, el guerrero.
Sub Comandante Insurgente Marcos, en Noches de Fuego y de Desvelo.